Terremoto en Perú

El día de ayer el Perú estuvo al centro de la mirada del mundo, y es que fuimos sorprendidos por una cadena de sismos que trajeron como consecuencia, un terremoto, que en cuestión de minutos vistió de luto a toda nuestra nación.

Hoy el Perú llora por sus casi 500 vidas perdidas y sus miles de heridos de esta catástrofe. Tal vez hayan sectores peruanos que no sienten el dolor, y es que estamos acostumbrados a sufrir sólo por lo que poseemos, por nuestra familia, nuestros amigos, por todo lo que sea "nuestro", pero no nos conmueve ver tanto dolor en otras personas que aunque no son nuestra familia, pero sí son nuestros prójimos quienes conforman nuestra nación que tanto decimos amar.

Qué pena tenerse que informar de los taxistas que aprovecharon en alzar su tarifa para trasladar a aquellos que estaban desesperados por saber cómo estaban sus familiares.

Inclusive los buses interprovinciales se valieron del dolor de mucha gente para hacer dinero, el precio de los pasaje los subieron como si se tratara de gente que estaba yendo a tomar vacaciones, cuando en realidad iban a consolar a sus familiares y a llorar porque habían perdido a un ser querido en estos hechos dolorosos.

Y como siempre, no podían faltar en este tipo de circunstancias los saqueadores, quienes entraron a las viviendas a robar....

El problema no son estos desastres naturales, sino, nuestra reacción frente a estos desastres, en donde la avaricia predomina más que nuestra misericordia hacia aquellos que están sufriendo. Peruano, cambia!, el ´Perú lo necesita...

Hoy en el Perú nos toca llorar, pero nuestra nación se levantará porque hay Alguien mucho más grande que nuestras oscuras circunstancias, Dios. Y que el mundo entero sepa que cuando somos débiles, es cuando somos más fuertes, Dios aún coge nuestra mano, Perú, pronto tus lágrimas se convertirán en manantiales que consolarán el dolor de tu corazón... confía en Dios!