Eso hace que las municipalidades sean un buen lugar para invertir, es decir, iniciando una constructora, pues es la iniciativa laboral que está de moda y lo estará mientras el Perú siga administrando exhorbitantes cantidades de dinero producto de la inversión, las cuales si no se manejan inteligentemente los grandes beneficiados serán un puñado de personas que supieron "aprovechar" la oportunidad.
Meses atrás a Thelma y a mí también se nos presentó la famosa "oportunidad" de iniciar una constructora; gente muy cercana a nuestro entorno ganó puestos clave en las últimas Elecciones Regionales y Municipales 2010 en 3 municipios de Ancash, las cuales manejan, por ahora, altísimos recursos económicos provenientes del canon minero.
Es así que empezamos las conversaciones y negociaciones del caso, pero pronto nos dimos cuenta que si no juegas sucio no estás en la lista privilegiada de aquellos que logran apropiarse de alguna obra sobrevalorada en un pueblo que a unos metros de distancia se pudre en la pobreza.
También vimos que para ganar la licitación (no en todas pero en la mayoría) se debe reconocer el apoyo del alcalde o de algún alto funcionario entregándole el 10% del total del costo de la obra, eso no se discute, pues si es más es mucho mejor, ya que afuera hay muchas otras constructoras que ofrecen más que un "mísero" 10%.
Y para que la ganancia se haga más efectiva había que hacer una jugada maestra con SUNAT para no pagar demasiados impuestos; no en vano se les atribuye a las constructoras una deuda al Estado de más de 3 mil millones de soles en impuestos pese al 'boom' del sector.
A esas alturas ya estábamos muy desanimados por las cosas en las que estábamos por entrar, pero para rematarlo nos enteramos que para la aprobación de nuestra obra (buena o mal ejecutada) debíamos darle su "sencillito" al supervisor de obra; sin contar los correteos que hay que hacer al alcalde y sus gerentes de diferentes áreas para la aprobación de nuestra humilde obra, pues hay que hacerles favores y cumplirles caprichitos propios del empleo.
Pasaron unos días para bajar a la realidad y decidir no iniciar nada de esas cosas, dimos un paso al costado de todas esas conversaciones a cambio de un empleo menos agitado, y aunque sea mucho menos remunerado en comparación a lo que ofrece el sector de la construcción, es preferible estar en paz y la suficiente moral para aconsejar a nuestro pequeño hijo a dejar del lado los intereses económicos con tal de no perder nuestra moral, habitando lejos de la corrupción que tanto pregonamos detestar en el Gobierno Central pero que tal vez sin darnos cuenta en elcamino se enquistó también en nosotros.
Es tiempo de buscar soluciones en favor de este sector, es lamentable decir que muchos profesionales no tienen otra alternativa porque sino se quedan sin empleo, pero es tiempo que, en primer lugar le pidamos a Dios que nos dé la creatividad por nuevas alternativas para hacer que el proceso sea limpio y transparente, y en segundo lugar que seamos un factor de cambio en nuestra sociedad que tanto nos necesita.
La religión cristiana hace que nuestra vida sea mucho mejor, pero sólo cuando uno está contento con lo que tiene. La Biblia
1 alegatos:
soy ingeniero y muchas cosas de las que mencionas son ciertas y me apena porque lamentablemente no hay otra opcion para vivir pero ya Dios pondra un mejor empleo
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