El que ama tiene paciencia en todo, y siempre es amable.
El que ama no es envidioso, ni se cree más que nadie.
No es orgulloso.
No es grosero ni egoísta.
No se enoja por cualquier cosa.
No se pasa la vida recordando lo malo que otros le han hecho.
No aplaude a los malvados, sino a los que hablan con la verdad.
El que ama es capaz de aguantarlo todo, de creerlo todo, de esperarlo todo, de soportarlo todo.
Sólo el amor vive para siempre.
La Biblia
Lecciones bíblicas para despedir empleados
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Despedir a un empleado es una de las tareas más difíciles para un líder,
pero se puede hacer de manera digna y respetuosa. Con principios bíblicos,
se pued...
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