No queremos ser absorbidos

Estaba lecturando un pasaje referido a los deberes conuyugales y debo admitir que terminé siendo desafiado a cambiar mi precaria manera de pensar respecto al matrimonio.

1 de Corintios 7.30, en la versión de la New Living Translation nos recuerda: Que ni la alegría, ni la tristeza, ni la prosperidad económica deben impedirnos realizar la obra de Dios.

De qué manera tán sutil estábamos dejando que el letargo absorba nuestra mente y deje pasar tan hermosas oportunidades del Señor para hacer cosas grandes en Su nombre y para Su gloria.


Por tanto, nosotros también, teniendo en derredor nuestro tan grande nube de testigos, despojémonos de todo peso y del pecado que nos asedia, y CORRAMOS CON PACIENCIA la carrera que tenemos por delante, puestos los ojos en Jesús, el autor y consumador de la fe. Hebreos 12.1-2 (RV95)

No hay tiempo que perder... esta es nuestra hora!