Si eso mismo te ha ocurrido, ha de ser porque te sientes insatisfecho por las cosas que has logrado y por aquello que todavía sueñas alcanzar. En mi caso, mi reto máximo es canalizar aquello que sé hacer para generar un cambio positivo en lo que me rodea. La verdad, no es fácil, pero tampoco imposible. Gracias a Dios tengo a Telma, quien todo hace lo que esté a su alcance para darme las herramientas que necesito para alcanzar el objetivo.
Aveces nos descarriamos y comenzamos a transitar por "atajos" que más tarde terminan siendo callejones sin salida. Por lo que es mejor, dar pasos bien pensados, no apresurados que conllevan a tropiezos y causan heridas que pueden ser evitables.
A la par, sueño también porque mi hijos se alimenten de esos mismos retos y que puedan ir más allá de lo que como padre puedo alcanzar. Lo poco que sé quiero que lo aprendan para que sean también soñadores con los pies en la tierra.